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martes, 16 de octubre de 2018

ESCRIBIR...

   Escribir para transformar la realidad, integrando sensaciones, embelesando los sentidos siendo fiel al lenguaje.
   Escribir emocionando a los lectores, moldeando sentimientos, ligando palabras en un batiburrillo de ideas...
   Escribir hasta parir una historieta, mudando ingenios en ilusiones, embriagándome de emociones, creyéndome una diosa ladina.
   Si me place corrompo la objetividad, trampeo a mi antojo mis creaciones, origino demonios bondadosos o ángeles endemoniados. 
   Descubro nuevos mundos, gesto asesinos despiadados o altruistas. Ladrones de guante blanco, generosos o ávidos de riquezas. Mujeres ejemplares, monjas depravadas o tiernas prostitutas. Niños vandálicos o irracionales ancianos.
    Engendro, construyó o aniquilo a mi deleite y bajo mi tirano mandato, ordeno quien vive y quien muere.
   Escribir imaginando, mintiendo, socavando, danzando con los esbozos cuando me visitan las Musas o minándome la sesera, cuando se me declaran en huelga.
   Escribir para proclamarme progenitora abnegada de todos mis personajes, hijos ejemplares algunos, perversos otros, todos igualmente amados.
   Escribir para reírme de tus miedos, para jugar con el misterio, para  obligarte a reír, sonreír o llorar.
   Escribir... para sentirme bien.