Mantengo tus recuerdos ajados
de tantas vueltas que dan en la memoria...
Se me arrugan las pieles de tus silencios
de tantas veces hablarlos, de tanto reírlos...
Se mecen las ideas en tardías charlas,
acariciando las sombras en salas y jardines,
acunando sueños entre brindis y nostalgias...
Entre costumbre, elogios, disfrute y llanto,
acelera el tiempo su retrato, mudan los días
mientras las noches se envuelven en melancolía...
Nos embebemos de tus riquezas internas,
salpicadas de nuevos proyectos,
de vidas por estrenar, de ávidos delirios,
de limpiezas y ensalmos, de reconfortantes abrazos...
Nos esforzamos por custodiar tu legado,
por vestir nuestra alma de verde,
raiceando los nudos que nos tornan familia...
Nos embebemos en ese lazo apretado e invisible
que nos arrastra hacia el placer de reunirnos...
refugiándonos unas en otras, haciéndonos hueco
en el seno de tu calidez invisible...