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jueves, 15 de mayo de 2025

APRENDIENDO

 

 

  He aprendido que el tiempo

corre con desvergonzada prisa,

que la vida no se detiene

a tomar aire, que no respira.

  Que un día no es igual a otro, aunque resulte parejo.

  Que el llanto de ayer no suena como el de hoy, 

ni la risa de un instante se asemeja a la de mañana.

  He aprendido que el dolor, a veces se transforma en poderosa calma y que la calma aumenta a base de vagos recuerdos.

  Que el olvido se ampara

entre los sólidos brazos de la memoria.

  Que la memoria se ancla sórdida mientras muda de estante en el armario del pasado.

  He aprendido que siempre es una palabra eterna y para siempre, se carga de ternura.

  Que las despedidas las elige el destino despiadado. 

  Que el futuro se vislumbra con voraz esperanza, que se hace el remolón, que nunca llega del todo porque mañana persiste en ser futuro.

  He aprendido a sentir el latido de cada nuevo día, a vivir... aprendiendo.

lunes, 14 de abril de 2025

ABRIL

 

  Como cada año, abril se presenta  entre trémulos suspiros, lágrimas ausentes y el atrevido y desvergonzado adiós.




  Algo repelente se entretiene acurrucando los sentidos, devorando las sombras del recuerdo, embadurnando la madrugada.

  Las palabras reviven, las voces persisten en incesante contienda, las horas deambulan hechizadas mientras se marchitan nostalgias.

  Lentamente, vagabundea el día, se avergüenza la tarde, palidecen los minutos hasta que travieso e impaciente, arrecia descarado el nuevo día.      

jueves, 13 de marzo de 2025

AKELARRE





  AKELARRE...

  No es palabra elegida al azar. No se necesita verruga en la nariz. Tampoco que se invoque al macho cabrío. Ni siquiera que el transporte se haga en escoba. La junta cuenta con mucho más glamour y poderío.

 El conciliábulo existe por si solo. Cábala y método. Conocimiento divino y espiritual. Unión fraterna, misterio y dedicación...

  ABRACADABRA...

  Amuleto, sensación de bienestar. Compartir memorias, recuerdos. "Compra-venta" de emociones, necesidad de coexistir, convivencia, amarre. Decir todo sin palabras, acariciar con la mirada, vivir todas las vidas en una. Alcanzar el sosiego que se acurruca en la vorágine del encuentro...

  HECHIZO...

  Piel de sapo, pata de araña, sangre de murciélago y pelo de gato negro. Cuencos de sal y agua purificadoras marcando las esquinas. Quema de romero. "Romero, romero, que se vaya lo malo y entre lo bueno". Hermanad, convivencia.  Agregamos las familias de unas a la otras. Somos más, somos invencibles, somos indivisibles, somos Una... 

  TAROT...

  La Rueda de la Fortuna, El Sol, El Mundo, La Estrella, El Mago, Los Enamorados, El Loco, El Diablo... Caminamos por tierra firme, la distancia se acorta fusionando los caminos envueltos en  pensamientos positivos. Si una siente dolor, todas nos dolemos. Todas somos pasión desmedida. Cuando una cae, catorce manos la levantamos...

   ORÁCULO DE SALOMÓN...

   Secreto y sabiduría, grimorio y poder. Espada de luz, enigma, invocación, espíritu, ritual y empoderamiento. Nos abrigamos entre todas, aportando, ancestros y sabia nueva. Todas a una, cada una  no es solo una, somos Totalidad. Unidoras de bandos y perspectivas. Incrementamos y estrechamos lazos.

  NUMEROLOGÍA...

  Ocho. El infinito se alza y traspasa el mundo conocido.

  Sumamos y multiplicamos fuerzas, esperanzas y elevamos a la enésima potencia buenos augurios. Somos el logaritmo neperiano de la ilusión universal, nos hacemos compañeras en lo malo y en lo bueno. Restamos negatividad y mal de ojo. Dividimos el fracaso arrinconándolo. Canalizamos la energía mental por medio del magnetismo y nuestro vasto poder brujeril.

  BOLA DE  CRISTAL...

  Tradición celta. Como los antiguos druidas percibimos los mensajes del futuro por medio de cristales de colores que llevamos cosidos al alma, a la intuición y a nuestra complicidad.

  ESCOBA...

  Elemento de poder para volar, imaginar, traspasar, idear, construir, valorar, solidarizar, viajar, compartir. Asistirnos cuando sea necesario, abrigarnos con cálidas manos, ayudarnos a superarnos, apoyarnos siempre. Somos individuales y somos comunidad. Barremos malas energías y purificamos el espacio.

  NATURALEZA... 

  Raíz de ruda para frenar la influencia negativa. Mandrágora, mágica, poderosa y medieval. Enigma, mitología y eternidad. Beleño, poderoso ungüento, brebaje, filtro. Belladona, ponzoña, algo de maldad también se precisa.

  Gatos negros, lobos, murciélagos, sapos, ratones. Nos aportan paciencia, astucia, independencia, aventura, coraje, valentía, lealtad, cambios, misterio, equilibrio, renovación, ingenio, adaptabilidad, supervivencia... Cada una aporta una o varias cualidades. El todo se conglomera en la Unidad.

  HORÓSCOPO...

  CAPRICORNIO. La Cabra no solo tira al monte, también acecha en jardines o a cientos de kilómetros pero siempre camina en grupo y lo da todo por los suyos. Pone alma y corazón en cada cosa que realiza y es autosuficiente. Posee generosidad latente y sin medida.

  PISCIS. Sensibilidad y emoción a flor de piel. En la mitología oriental, tiene la capacidad de oír el llanto del mundo. Coraje, cuidadora de los suyos. Poseedora de creatividad. Visionaria y pacifista. Carisma.

  GÉMINIS y sus gemelos. Gran comunicadora. Siempre dispuesta a compartir conocimientos e ideas. Gran capacidad de adaptación. Ingenio a flor de piel. Inquietud y capacidad en el comienzo de nuevos proyectos. Cuidadora que se comparte en totalidad.

    CÁNCER. Sensibilidad emocional y poderosa intuición. El cangrejo le aporta valentía y capacidad para  saber retirarse a tiempo de situaciones de riesgo. Cuida de los suyos con mimo.

  LIBRA y la equilibrada balanza. Siempre busca la justicia. Ecuanimidad y tolerancia muy desarrolladas. Gran capacidad para seducir a los demás. Curiosidad innata. Neutralidad ante los conflictos. Se desvive por dar a los suyos todo lo que tiene.

  ESCORPIO. Femenina y receptiva. Firmeza y fuerza de voluntad. Gran capacidad para analizar los diferentes aspectos de una cuestión. Se mueve por pasiones. Fidelidad al grupo. Intensidad y misterio. Cuida a los suyos con celo.

  SAGITARIO. Intensidad, generosidad. Impulsividad y amiga de correr riesgos. Genera energía y aporta optimismo. Cuidadora. Nos sentimos cuidadas por su mano y su mente arrolladora desde otra cercana dimensión..

  AKELARRE...

  Somos un todo que nace del recuerdo, de las vivencias acumuladas, de las pasiones sin medida. Crecemos día a día con el aporte de cariño que entra a raudales por las fisuras. Nos fortalecemos con cada abrazo, aún en la distancia. El Akelarre es singular, cada una es completamente diferente a las demás pero también complementaria. Es plural, cada una contribuye con un camino diferente, se guía por una luz desigual pero todas nos reafirmamos en avanzar siguiendo el mismo itinerario. 

  Akelarre... Alma, médula, energía, actividad, abrazo, desternille, originalidad, vino y espirituosos, alimento, manjar de dioses, trébol de cuatro hojas, talismán de incalculable valor... Para siempre Amistad.


    

jueves, 30 de enero de 2025

MUY NUESTRA





   

  Es tan española que España es de ella. De lo contrario, Galicia no presumiría de Miño y se quedaría coja con tres provincias a falta de A Coruña; Cataluña no exhibiría señera; el País Vasco se quedaría sin ikurriña; los extremeños al igual que los cacereños se ubicarían en cualquier otro lugar; Madrid no se ampararía a la sombra del madroño; El Cabo de Peñas no arrullaría las costas de Asturias; no habitaría un solo maño en la comunidad de Aragón y en la Rioja no disfrutaríamos de un paisaje singular de viñedos. Incluso el Peñón de Gibraltar se quedaría sin dueños. Los nacidos en Valdepeñas se conformarían con ser oriundos de Jaén.

  No existirían combates de boxeo amañados. Nadie se empeñaría en lograr pequeñas ni grandes hazañas. Sin ella no soñaríamos ni siquiera en armiño y negro, no existiría el color añil y nadie se emborracharía con piña colada. Seriamos incapaces de hacernos compañía. ¿Quién se atrevería a regañarnos? La enseñanza carecería de valor. La vida resultaría anodina sin riñas, sin refunfuños.

  Nos sobrarían los piñones navideños y los puestos de castañas asadas, ¿seriamos capaces de renunciar a los deliciosos pestiños? Nadie osaría rebañar la salsa de los champiñones ni nos tapiñaríamos la vida a puñados.

  La tabla periódica se quedaría huérfana de estaño y la leña buscaría excusas para no arder en el hogar. Las aguas no se conducirían por cañerías ni llegarían hasta las bañeras y las fuentes se quedarían sin caños.

  Ningún ser humano se sentiría engañado. Naceríamos adultos y no cargaríamos la memoria con recuerdos de la niñez. Las brujas de los cuentos no embaucarían con ponzoñas ni los príncipes nos embobarían con ensoñaciones. Las muñecas no serían compañeras en los juegos de las niñas. Contaríamos con cuatro dedos en las manos, a falta del meñique. Los dedos no terminarían en uñas. Los pañuelos no recogerían nuestras lágrimas ni acariciarían las pestañas húmedas, que automáticamente dejarían de escudar nuestros ojos.

      Tras el verano, llegaría el invierno y a falta de otoño, el año sería tres meses más corto. No se celebrarían cumpleaños y las piñatas no presentarían añoradas sorpresas. Las familias quedarían disminuidas, sin cuñados.

  El mus se jugaría sin señas. ¿Quién nos señalaría las estrellas o escudriñaría cada mañana en el tañido añejo de la memoria?

  Los abrazos no se ceñirían cariñosos ni compartiríamos cañas en los bares. Nadie nos ofrecería señuelos ni nos preñaría de emociones. Las costumbres jamás serían de antaño, todo se diseñaría para permanecer eternamente.

  El desengaño no frunciría jamás el ceño. Las alimañas no se empeñarían en asaltar rebaños; las cigüeñas se reseñarían como simples pájaros, incapaces de albañilear nidos en las torres. Las pirañas lucirían piños postizos que únicamente arañarían con suaves rasguños y la lana de vicuña sería desdeñada.

  Las doñas y señoras bajarían de categoría, convirtiéndose en simples mujeres. El tamaño importaría un comino. Los puñales pincharían solamente  aire. El bisoñé no pasaría de ser un peluquín mondo y lirondo. Los hogareños no se refugiarían en cabañas y permanecerían ceñidos entre cuatro paredes. Las castañuelas evitarían castañear carantoñas a los corazones dañados.

   ¿Qué escalarían los montañeros? Se les quedaría la montaña amuñuñada.

  Los puños perderían las puñetas. Sería extraño encontrar un ruiseñor plañidero en los cielos de de las campiñas de Bretaña. Entre pañales danzarían  las muñeiras aquietadas. Los gañanes gruñirían entre la roña de los de su calaña. Las campañas políticas se convertirían como por arte de magia en campanas y a nadie le atañería. El lenguaje, a duras penas, se bañaría en barreños. Garfield se vería incapaz de probar la lasaña...

  Y ahí plantada está la niña, luciendo su moñete entre sus veintiséis hermanas. Bañándose unas veces en bañeras, otras alheñándose entre risueños tintes encarnados. Unas veces mostrándose contenta al son de las zanfoñas, asomándose a viñetas, otras ñiquiñaque y cizañera pero siempre señalándose las pezuñas, evitando ser apartada de su grupo.

  Se la ve altanera, altiva, única, eterna, de por vida tocada con moño o lo que viene a ser lo mismo, con virgulilla.